• Hola a todos, soy Agustín Soldati, les comento una pequeña anécdota personal para introducir el tema de hoy. A los 15 años me había interesado en estudiar el idioma chino mandarín en la ciudad de Mendoza, Argentina. Al cabo de 2 años obtuve una beca de estudio en una importante universidad de Shanghai. Desde entonces, disfruto de la vida en una de las ciudades más modernas que he conocido. Además tengo la oportunidad de conocer tanto la cultura china como la de muchos de mis amigos extranjeros con los que convivo día a día.

Al comenzar a estudiar, era difícil imaginarse estar en China con una beca que cubriera alojamiento y estudios. Poco a poco avanzando con el idioma, me fui dando cuenta que cada vez era más posible y que si uno se lo proponía, fijando objetivos claros, quizás lo conseguiría antes de lo esperado. Desde el momento que empecé a estudiar el idioma, sentí que era como una pasión, disfrutaba mucho de las clases, no sentía ningún tipo de obligación por hacerlo. Me gustaba mucho! Siempre traté de dar un poco más de lo que se me pedía, buscando sorprender a mi profesor con algo que no habíamos visto antes. Como consecuencia, estos esfuerzos extras dieron sus resultados y pude viajar a la China.

Ya sea que estés estudiando un idioma, practicando un deporte o cualquier actividad, debes mirar hacia delante siempre. Todos sabemos que para lograr grandes resultados se necesita mucho esfuerzo y dedicación. Seguro habrá épocas difíciles en las que no veamos muy claro a dónde nos dirigimos, ni tampoco podremos respondernos el porqué de lo que hacemos, sin embargo de eso se trata, de seguir hacia adelante y perseverar.

(Nos damos por vencidos sin saber lo cerca que estuvimos de lograrlo)

Y con esto me gustaría contarles un cuento rápido:

“Se trata de una persona que un día decide ir al cine. Una vez compradas las entradas y entrando a la sala asignada, se da cuenta de que había llegado cuando la película ya casi estaba por terminar. Sólo logra ver el final de la misma, cuando ya la historia acababa con un final feliz, porque todos los finales son felices. Luego de que finalizara la película, ésta decide verla por segunda vez. Al comenzar la película, la persona logra ver cómo la historia comienza con una introducción, aparecen los personajes de la película y luego cómo va surgiendo el conflicto entre los mismos. Ve por todos los obstáculos y problemas por los que tuvieron que pasar los personajes. Pero claro, ya sabía que por más problemas que los personajes enfrentaran, habría de terminar con un final feliz como lo había visto la primera vez. La vida nos enseña que los grandes resultados siempre vienen después de un gran esfuerzo, la clave está en perseverar”

La lección de hoy se va con este artículo. Encuentren algo que los apasione, algo que mientras lo hagan disfruten y quieran más. Mientras más les guste, más difícil será darse por vencido y así podremos perseverar.

Ahora es tu tarea de contarle a tres familiares, amigos o algún conocido esa pequeña historia de la persona que va al cine a ver que te dicen.

Agustin Soldati